Mi mente esta inmersa en pensamientos que desearía no haber tenido nunca, empiezo a estar cansado de esta situación. Nunca comprenderé porque alguien que solo desea una vida tranquila tiene que ser despreciado, acosado y vigilado como si fuera una parte importante de algún extraño engranaje del cual dependiera el mundo, hasta el punto de sentir que es un extraño en cualquier lugar, que ningún sitio le pertenece y que no pertenece a ningún sitio. Arrastrándose como un perro con el rabo entre las piernas, con miedo por lo que pueda haber detrás suyo a cada momento pero más aún de girarse para comprobarlo.
No entiendo la extraña razón que empuja a una persona a perseguir a otras como si de una plaga a exterminar se tratase, ¿será biológica, sociológica, psicológica, provocada por las personas que le rodean, será que todos en el fondo somos así?, en este último caso... ¿tiene algo sentido ya?... no consigo comprenderlo. La falta de diálogo, de amor, de respeto nos lleva directos al peor de los infiernos, nos empuja hacia la autodestrucción.
Durante años los “poderosos” se han encargado de anularnos, moldearnos, enfrentarnos. Ahora están recogiendo sus frutos, si, a veces recogen alguno amargo pero, que mas da, solo tienen que aplastarlo con su enorme mano que llega a todos lados. Incultura, pobreza, hambre, miedo, odio, guerras, dinero, esas son sus armas de destrucción masiva. Han conseguido sepultarnos.
Ya no se si lo que me quema por dentro es odio, rabia, miedo o un poco de todo. Antes soñaba con poder cambiar algunas cosas, aunque fueran pocas, haciendo comprender a la gente que todos somos diferentes, que cada uno puede llevar su vida como quiera sin tener, para ello, que pisotear al resto, pero ahora se que es absurdo, la gente no tiene ganas de comprender, no quieren saber. La verdad, a veces pienso que es la mejor opción, por suerte, al final siempre acabo recordando que esa opción es la que, posiblemente, haya hecho del mundo lo que es ahora y la única acción coherente es desecharla.
Todo eso ha desaparecido, ha llegado el momento en el que todo se derrumba. Solo quiero respirar... me rindo.
El peso de los problemas en mi mochila
Cuando sientes tu corazón latir mas lento,
pausarse tu respiración,
desplomarse tus párpados
y entumecerse tu cuerpo.
Cuando todo deja de tener importancia
y la más insignificante sonrisa
te hace recuperar las ganas de vivir,
siempre acompañado por ella.
Todo se detiene durante un segundo
mientras tu suspiras, coges aliento
y consigues contener esos sentimientos
que siempre serán tuyos.
Perdido entre la densa niebla
que provoca esa pesadilla,
una vez mas, ella viene a rescatarte,
con esa sonrisa que la oscuridad no puede ocultar.
Instigado por los acontecimientos
apartas la vista del camino señalado,
apartándote también de un mundo que no es el tuyo,
un mundo que susurra tu nombre.
Ansiando la seguridad y libertad
de una vida más sencilla,
pretendes eludir sus rizos,
obviando lo insulso de una existencia desnuda.
Pensamientos que rondan tu cabeza
hacen de tu existencia
un largo camino en solitario
repleto de inesperados vuelcos.
Lloras, aferrado al pasado,
ese presente que te devora,
que enmudece tu alma
por la torpeza de un sentimiento.
Pronto, tus lágrimas se agotan
y entonces lloras en silencio,
anhelando ese abrazo,
que esperas, llegue pronto.
Desoyendo las palabras
que una vez alguien te dijo,
sigues el camino
hacia una oscuridad sin salida.
Te sientes solo, abandonado,
con tu desdicha como única compañía.
Gritas en silencio, suplicando sin palabras
ese abrazo… desesperadamente necesitado.
Abre los ojos,
observa el mundo...
va a anochecer.
Escucha sus voces
que alimentan tu pena
y entierran tu fe.
Acaricia el destierro
que elude la sangre
y recicla tu ser.
Saborea el adiós
que brota de las bocas
y se aloja sin ser.
Olfatea el rencor
que contienen las palabras
y te impide crecer.
Utiliza los sentidos
para poder conocer,
asesina la mentira
para poder volver.
Extraño mundo inmerso en egoísmo,
roto por aquellos que dicen mejorarlo,
desafiado por la vanidad
de los que nos creemos creadores.
Extraño mundo inmerso en lágrimas,
provocadas por el daño infringido,
daño sin intención de reparo,
daño sin remordimiento.
Desgaste, agonía, desesperación.
Hipocresía, descuido, conformidad.
Palabras destruidas por lo obviado de su significado,
significado suplantado por ideas corrompidas.
Bienvenido a la tierra de los sentimientos encontrados,
donde podrás vivir felizmente engañado,
donde la gente dibuja su realidad
e intenta borrar esa marca que sigue ahí,
de un mundo ya olvidado.
