viernes, 2 de octubre de 2009

DEJÀ VU


La rutina de toda persona
resulta una amalgama de sentimientos y situaciones,
envueltos siempre en una nube de temor e inconsciencia.

Mis sentimientos no son, sino sensaciones incomprensibles,
mi actual situación…
una regresión a un pasado de problemas no resueltos.

Millones de dejà vus convierten mi cabeza
en un mar de destrucción, que incesante,
destruye mi mundo reduciéndolo hasta la nada.

Solo me quedan los recuerdos,
único alimento de mi cuerpo,
combatiendo por recuperar el control,
en una batalla sin esperanzas contra la soledad.

La derrota no se hará esperar,
siento como la soledad oprime mis venas
y envuelve mi piel
postrándome ante el horror.

SOLEDAD

Buscando la felicidad en la ignorancia,
basando la vida en falsas ilusiones,
cerrando la puerta a sentimientos no preconcebidos,
supliendo la soledad y la tristeza por emociones establecidas.

¿Acaso la soledad es una mala compañía,
o la tristeza un sentimiento prescindible?
¿Que sería de la felicidad sin la tristeza,
o de la masa sin la soledad?

Cada sentimiento necesita de su antónimo,
cada lágrima de un abrazo,
cada sonrisa de otra
y cada persona de un momento de soledad.